I will have to ask for your forgiveness, as I see myself going on a rant today. The truth is that my mind is filled with thoughts, and I'm having a hard time organizing it all. A mixture of philosophy, existentialism, and pessimism seems to dominate my soul at the moment, and it’s likely to reflect on my pen, as they say.

It seems like not many days go by before I'm talking to my brother about the next moves we ought to make. I say we because as a family, lots of our decisions involve all of us, and hence if he does decide to move, well, I'm going to get my hands dirty as well. Truth be told, I see very little reason to remain hopeful with how the situation is panning out in the US, and although I want to be a voice of positivity, it seems rather disingenuous at the moment.

The markets, no matter what any experts will tell you, are always going to cycle. We are too hot right now, and prices keep on going up. The keen observers have already made adjustments, and I happen to know people who have decided to sell their homes before the bubble explodes. A smart move, as far as I can tell.

When I first landed in Florida, life was expensive, yes, but not like today. You could find places to live, to rent, even if you held a minimum wage job. I think that ship has sailed, and I’m of the idea that it will never dock again.

My own uncle decided to leave Florida this year and go to Texas. As far as I can tell, he played his cards just right. Got himself a home, a job, and now instead of renting, he's working towards his patrimony. An impossibility in Florida's market.

That said, there's this lingering idea that we can turn around the situation if only the right party comes to power in the midterms. The people who say this are either too naive or are simply not paying attention to what's happening. Both parties, although I'll grant you in different ways, have pushed us towards this situation. The invoice is being tallied, and we are about to be confronted with the ugliest of realities.

Yes, I've been quite quiet about politics for a little while, but every now and then, it's okay. And besides, this is my blog after all. I'm not one to be upset if someone disagrees with me, granted they do so with respect.

As far as I can tell, the people in charge don't really know how things work. It's either that, or they think we are very dumb. I don't know what is worse, but honestly it doesn't even matter.

To the people who are in love with their politicians, this is nothing more than WWE for grownups, but I don't care about these personality cults one bit. That said, calling yourself an alpha, and then calling Trump your daddy, does seem a bit weird, but I digress.

Just yesterday, my wife sent me a video of Trump announcing that he's negotiated drug prices for the common folk. With his skill, his mastery of deal-making, he says he was able to reduce drug prices by 1600% – in other words, drug companies will now pay you to take their medicine. You almost want to laugh, but then you remember there are people who see these things and think we are still in good hands.

We went from Weekend at Bernie’s to General Haffaz Aladeen, and yet, there are some who think everything is fine. Aside from the fact that we've left any trace of empathy and mercy in the dust – which should bother anyone with a heart – we are also making ridiculous decisions. These are all choices that don't benefit the US one bit, yet the claps don't cease.

From where I stand, this is a competition of incompetence. Two words that up until this rant, I know I had never used in the same sentence.

So yeah, I'm not of a positive mind today. I don't think the US will recover from all these choices for generations. I don't think the opposing party is actually opposing anything. All I see is a bunch of corrupt elites fighting for the same carcass of a country they themselves killed.

And all I'm doing is watching from a distance. Maybe distance is all that’s left for those of us who can still see.

MenO

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Spanish

Voy a tener que pedirles perdón, porque hoy me veo con ganas de desahogarme. La verdad es que mi mente está llena de pensamientos, y me cuesta organizarlos todos. Una mezcla de filosofía, existencialismo y pesimismo parece dominar mi alma en este momento, y es probable que se refleje en mi pluma, como dicen.

No pasan muchos días sin que hable con mi hermano sobre los próximos pasos que debemos dar. Digo debemos, porque como familia muchas decisiones nos involucran a todos, y si él decide mudarse, bueno, a mí también me tocará ensuciarme las manos. La verdad, veo muy pocas razones para mantener la esperanza con cómo se está desarrollando la situación en Estados Unidos, y aunque quiero ser una voz de positividad, ahora mismo me parecería algo falso.

Los mercados, digan lo que digan los expertos, siempre van a ciclar. Ahora mismo estamos demasiado calientes, y los precios siguen subiendo. Los observadores atentos ya han hecho ajustes, y conozco personas que han decidido vender sus casas antes de que la burbuja explote. Una decisión inteligente, según lo veo.

Cuando llegué a Florida, la vida era cara, sí, pero no como hoy. Podías encontrar lugares para vivir, para rentar, incluso si trabajabas con salario mínimo. Creo que ese barco ya zarpó, y pienso que jamás volverá a atracar.

Mi propio tío decidió dejar Florida este año e irse a Texas. Por lo que veo, jugó bien sus cartas. Consiguió casa, trabajo, y ahora, en vez de rentar, está construyendo su patrimonio. Algo imposible en el mercado de Florida.

Dicho esto, persiste esa idea de que podemos darle la vuelta a la situación si el partido correcto gana en las elecciones de medio término. Los que dicen eso, o son muy ingenuos, o simplemente no están prestando atención a lo que pasa. Ambos partidos, aunque lo hacen de diferentes maneras, nos han llevado a esta situación. La factura se está sumando, y estamos a punto de enfrentar la realidad más fea.

Sí, he estado bastante callado sobre política un tiempo, pero de vez en cuando está bien. Y además, este es mi blog. Y no me molesta si alguien no está de acuerdo conmigo, siempre que lo hagan con respeto.

Hasta donde veo, los que están al mando realmente no saben cómo funcionan las cosas. O eso, o piensan que somos muy tontos. No sé qué es peor, pero honestamente ya no importa.

Para los que aman a sus políticos, esto no es más que WWE para adultos, pero a mí no me interesan estos cultos de personalidad. Eso sí, llamarte alfa y luego decirle papi a Trump, me parece un poco raro, pero en fin.

Ayer mismo, mi esposa me mandó un video de Trump anunciando que había negociado precios de medicinas para la gente común. Con su habilidad, su maestría en negociar, dice que logró bajar los precios en un 1600% – en otras palabras, las farmacéuticas ahora te van a pagar por tomar sus medicinas. Casi dan ganas de reírse, pero luego recuerdas que hay personas que ven estas cosas y aún creen que estamos en buenas manos.

Pasamos de Fin de semana con el muerto a General Haffaz Aladeen, y aun así, hay quienes piensan que todo está bien. Más allá de que dejamos atrás cualquier rastro de empatía y compasión – lo cual debería molestar a cualquiera con corazón – también estamos tomando decisiones ridículas. Son elecciones que no benefician en nada a EEUU, y sin embargo, los aplausos no cesan.

Desde donde estoy, esto es una competencia de incompetencia. Dos palabras que hasta este desahogo, sé que nunca había usado en la misma oración.

Así que sí, hoy no estoy positivo. No creo que EEUU se recupere de todas estas decisiones en generaciones. No creo que el partido opositor realmente se oponga a nada. Todo lo que veo es un montón de élites corruptas peleándose por el mismo cadáver de un país que ellas mismas mataron.

Y yo, simplemente observo desde la distancia… lo unico que me queda por hacer.

MenO