Cuba: una revolución a favor de la oligarquía política

Es irónico observar el cinismo con que el gobierno totalitario cubano critica medidas económicas de ajuste en otros países calificándolas de neoliberales, terapias de choque o paquetazo que afectan a los pueblos. Lo es porque luego aplican peores medidas en la nación que dicen representar. El dicho que más les cae es el de candil de la calle y oscuridad de la casa, por eso de que se sienten defensores de los pueblos de otras naciones mientras oprimen al propio.

Quizás por eso las izquierdas del mundo aman tanto a esta dictadura, porque los financian y apoyan en sus luchas. Sufren de ceguera selectiva, mas bien, ceguera electiva.
Por supuesto, los paquetazos y terapias de choque neoliberales en Cuba tienen otros nombres, la oligarquía política del partido comunista se ha vuelto especialista en el uso de eufemismos. El desabastecimiento permanente de combustibles es una situación coyuntural; la supercrisis económica de la nación es un período especial; la devaluación de la moneda, el aumento de la probeza, el hambre y la indingencia, la hiperinflación son consecuencias y deformaciones no deseadas del ordenamiento monetario. Y así con todo.

Desnutrición infantil es solo bajo peso; la falta de higiene, insumos y medicina en hospitales y farmacias es hacer más con menos; construir hoteles, a precios exorbitados y con contratos secretos, que permanecen vacíos y no invertir en agricultura e infraestructura de servicios básicos no es lavado de dinero, es apostar por el turismo (mismo que no recupera los niveles prepandemia). Suben el precio de la electricidad para eliminar subsidios y mantener la red operativa y estable, luego, comienzan los apagones de trece y catorce horas al día.

¿Cuánto dinero y desarrollo le ha costado al país semejantes incapaces y corruptos en el poder? Pudiera ser incalculable, pero si sumamos las cuentas bancarias que esta clase dominante tiene en paraísos fiscales nos pudieramos dar una idea del mínimo.

El último eufemismo ha sido el ajuste tarifario del acceso a Internet de la única compañía (monopolio) de telecomunicaciones de Cuba. Según ellos el cobro del internet en dólares y a tarifas que superan el salario mínimo y promedio del país van a ayudar a mejorar el servicio. Aunque claro, si nadie lo usa por supuesto que mejora. Eso sí, dejaron como muestra de bondad la posibilidad de adquirir 6 GB mensuales a precios razonables, solo que 6 GB no alcanza ni para estar conectados 10 días.
Cientos de miles de personas que trabajan y estudian por internet han visto de facto limitado su acceso y posiblemente destruido su sustento o superación. Esta medida devuelve al país una década atrás cuando Internet más que un derecho era un lujo.

Ahora, están regalando membresías del Partido Comunista de Cuba, ¿la razón? El número de miembros ha caído en picada en los últimos años reduciéndose a la mitad y con tendencia a disminuir más. Esto pudiera conllevar a la desaparición del organismo o al menos a la pérdida del sentido de tener a éste órgano definido en la constitución como el único autorizado a ejercer actividad y poder político. Los regímenes autoritarios tienden a autopreservarse ya sea por la fuerza, la manipulación o ambas cosas.

Ante tantos desastres, en un país democrático ya se hubieran cambiado a los responsables, pero Cuba es una Revolución, una Revolución al servicio de una oligarquía política cada vez más disminuida.

Imagen del artista Ruber Osoria

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